En vistas a los resultados de hoy, he tomado una determinación: voy a empezar a tomar como rutina pasar los sábados en Gran Vía. Pero no de cualquier manera, sino solamente si allí me esperan chinoscorners, coches en marcha esperando ser robados, sombreros feos a juego con sus portadores, Malasaña, canciones de los siempre fieles Pereza, sonidos lejanos azules, taxis de recorridos absurdos, el Congreso de los Diputados y, especialmente, portales escondidos (aunque no se abran de calentones) y en casi galaxias paralelas. Solamente si es de madrugada, y el regreso es en Renfe. Solamente si luego pasan 17 minutos en una parada, si me espera una sauna con tres baldas (las casualidades no existen), deseando ser llenadas con kilos y kilos de gordura en canal. Solamente si a las nueve y media se oye una frase del todo censurable que te despierta del más corto de los sueños, haciéndose hueco entre profundos ronquidos. Y única y exclusivamente si al pisar mi hogar, aún sin lucidez ninguna (a causa de sustancias psicotróficas), me esperan sentencias que leer mientras mi cabeza hace hueco a la llamada vulgarmente resaca.

Debe ser ésto un augurio de los dioses, que me quieren transmitir que solamente con este ritual seré capaz de sobrellevar el cuatrimestre apenas duro que me espera y de modo satisfactorio. Si no, no consigo explicarme por qué he tenido un 10 en tal examen post-fin-de-semana-conciertil.

1 comentario:

Adriana Pujol García dijo...

jajajajaa.
yo te lo explico.
porque eres una puta genia.
y porque moooooulas.
y si te queda alguna duda, porque eres mi pipiola.! (L)