Mañana día cinco, después de seis meses de espera, los mocos se van de concierto. Pero no un concierto cualquiera, sino el mayor de los eventos que podrían desear. La sofisticación de los monos del ártico, para ellos, para vivirlo al máximo y añadirlo a sus exponenciales aventuras. Creo que no me equivoco si afirmo que esto va a ser... LEGENDARIO.

2 comentarios:

Adriana Pujol García dijo...

me encanta la foto.
me encanta la entrada.
pero qué ven mis ojos! si has actualizado conmigo! voy a leer.
disculpa!

Marina Palacios Lopez dijo...

Pasalo bien con los monos, yo me iré con el señorito Quique González :)