Oda al Gran Tolstoy.

¿Qué les importan mis asuntos? ¿Por qué han de ocuparse de mí? Sin duda porque ven algo que ellos no son capaces de comprender. Si se tratara de unos amores vulgares, me dejarían tranquilo; pero ellos saben que no es así; que esa mujer no es un juguete para mí y que me es mucho más querida que la vida misma. Esto les parece increíble y enojoso. Cualquiera que sea nuestra suerte somos nosotros los que la hemos forjado y no estamos arrepentidos. Pretenden enseñarnos a vivir, cuando ellos no conocen lo que es la felicidad. Ignoran que sin este amor no habría para mí dicha alguna ni dolor en este mundo; la vida me sería indiferente.

1 comentario:

Adriana Pujol García dijo...

qé enorme.
como el amor qe te tengo yo a tí.