Adoro los encuentros furtivos de este tipo en lo que siempre será (al menos para mí) tu cuarto.

Redescubrí mi vida y me recomprendí a mí mismo. Saboreé de todo -lo grande y lo pequeño- como muy pocos podrían saborearlo. Así, pues, de la voluntad de vivir hice mi sistema filosófico. Porque precisamente en la época en que mi vitalidad descendió hasta el mínimum fue cuando dejé de ser pesimista.

1 comentario:

Adriana Pujol García dijo...

tengo que pasarte unas canciones, qe a pesar de ser rap, te encantarán.
Verás verás.
quiero.te