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Hola, buenos días. Me llamo Adriana, tengo 19 años y soy, oficialmente, más triste que un pony. Acabo de salir de una clase de inglés en la que me han enseñado a saludarme como una persona políticamente correcta, y en mis fueros internos me pregunto si no hubiera sido de mayor utilidad para el país y, probablemente, para la humanidad que me hubieran enseñado a comportarme como una persona medianamente racional. Y digo ésto porque no es muy lógico ni mucho menos normal vivir en tu jodido mundo de bolas rosas y hechos traumáticos constantes y no ser consciente de que el portátil fue comprado para fines meramente académicos. Es decir, que si quería uno era para poder usarlo en clase cuando fuese necesario, y no para estar ensimismada con vídeos constantemente o perder el tiempo en las putas redes sociales. Así me ha pasado, en cuarto de hora empieza una sesión online de inglés de asistencia obligatoria y no tengo manera de conectarme, porque los únicos ordenadores a mi disposición ahora mismo son los de la UAM, los que, obviamente, están protegidos ante virus y no dejan abrir ventanas emergentes con ultramodernos chats en los que conversar en inglés con tu querida profesora de Boston. Seguiremos informando, si es que sobrevivo.
1 comentario:
Hola, llegué a tu blog por casualidad, me pareció estupendo. No quería salir sin felicitarte.
Aprovecho para invitarte al mío que es de literatura.
Saludos desde Argentina.
Humberto.
www.humbertodib.blogspot.com
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