Supongo que al final va a ser verdad éso de que la imposibilidad de la vida es lo que la hace bella. Al igual que supongo que no debo ser tan racional como me creía, porque de lo contrario no sé qué haría así. Buscando señales como una desesperada y encontrándolas, que es lo verdaderamente malo del asunto. Aunque la asimetría es más que evidente y tangible, y mientras que lo que capto no son más que inocentes muestras de afecto, en mi cabeza se tergiversan y adquieren un significado inexistente. Y soy consciente. Coño, claro que lo soy. ¿Pero cómo evitarlo? El vacío interior hace que me aferre a cualquier clavo ardiente, y a pesar de que a veces pueda controlarlo, controlarme, otras me veo sola ante un abismo y creo verdad todo lo que hay en mi cabeza. La realidad no tiene ningún significado. No mientras te vea a través de una canción
Hay momentos en los que un hombre tiene que luchar, y hay momentos en los que debe aceptar que ha perdido su destino, que el barco ha zarpado, que sólo un iluso seguiría insistiendo. Lo cierto es que yo siempre fui un iluso.
Albert Finney, Big Fish.
1 comentario:
Señorita, no sé cómo lo ha hecho pero acabas de hacer un retrato prefecto de mi cabeza y además de forma bonita.
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