Con la posibilidad de cumplir mis sueños cada vez más cerca, con un futuro ya casi tangible y la seguridad de haber logrado lo que algún día me propuse, me despido de estos seis años. Ahora que puedo considerarme protouniversitaria es el momento de rememorar el pasado, con todo lo que quizá ello pueda suponer. Sueños, desilusiones, lágrimas derramadas, planes fallidos, promesas, momentos, pensamientos que en algún momento abordaron mi cabeza, se convierten en un conjunto de sensaciones que regresan a mí de un modo dispar y me hacen pensar en lo que nos queda por recorrer. Quizá ya no juntos, pero sí conectados. Al final, los lazos siempre prevalecen, por mucha distancia que nos separe. Siempre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los lazos, las despedidas, las ausencias...

Luchar por los sueños. Eso sí que es importante...

Friki Runner dijo...

Vale, no sé por qué anoche te comenté en el anterior post y no en el reciente, los nervios de la primera vez, ya sabes.
En realidad estuve pensando en volver a crearme uno (porque lo de reemprender el anterior no lo veía muy factible), pero me daba pereza, menos mal que has estado tú para darme el empujón que necesitaba. Gracias!;)
Ahora que yo he empezado, no me vayas a abandonar tú, jeje.
Un beso!!