Me imaginaba con veinte años cuando aún no levantaba ni medio palmo del suelo (aunque no es que ahora levante mucho más, todo sea dicho), y si hay algo que puedo decir respecto de aquellas visiones es que no se parecen lo más mínimo a mi yo actual. Y no es que lo lamente. La verdad es que, dadas las circunstancias, puedo estar orgullosa de lo que creo ser ahora mismo. De las personas que me rodean, especialmente. Todo podría haber sido muy distinto, pero no sirve de nada gastar ni un minuto pensando en las alternativas de la realidad. Existo, y ésa es la mejor y mayor de las razones para sonreír. En fin, no me tengáis en cuenta, no es que esté especialmente lúcida. Si hay algo que tienen las vacaciones de verano es ociosidad, y me espera un mes de junio bañándome en ella. Habemus julio.

2 comentarios:

Isabbbelle dijo...

no tener nada que hacer siempre está bien ;)

-Big.Small.Big.Small- dijo...

Pues disfrutalo porque que sepas q a mi este texto me ha gustado mucho, como tu blog :D Un abrazo enorme