«Por un instante —siguió— una frase intentó adquirir forma; mis labios se entreabrieron esforzándose como los de un mudo, como si en ellos hubiera más violencia que la de una ráfaga huracanada. Pero no exhalaron el menor sonido y lo que estuve a punto de decir se perdió para siempre».
1 comentario:
Parece una muñequita de porcelana.
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