— No te cases jamás con una mujer de pelo pajizo, Dorian —dijo, después de un par de bocanadas.
— ¿Por qué, Harry?
— Porque son demasiado sentimentales.
— Pero a mí me gusta la gente sentimental.
— No te cases nunca, Dorian. Los hombres se casan por cansancio; las mujeres por curiosidad; ambos se decepcionan.
— No creo que me case, Henry. Estoy demasiado enamorado.
El retrato de Dorian Gray, Oscar Wilde.


1 comentario:

Rachèle Œillet dijo...

No te preocupes, se agradecen comentarios como los tuyos. He estado echando un vistazo y tu blog me gusta mucho. Ay, por ejemplo, ahora mismo me aislaría con mi querido libro, pero temo seriamente por mi integridad.

Un beso.